Me gustaría ser tan libre como el viento. Arrastrar las hojas de los arboles, llevarme conmigo los
recuerdos. Quizá, así, olvidaría el significado de la palabra dolor. Ese que no me deja respirar por momentos, que me ciega la vista, que no me deja escuchar. Me gustaría ser tan resplandeciente
como el sol. Que mi sonrisa brillara en cualquier sitio, que pudiera dar calor. Me gustaría ser como
la lluvia, y colarme por las rendijas de tu ventana, que mis lágrimas se camuflaran con mi cuerpo.
Me gustaría tanto... Olvidarte.
a eso vas maja. solo que todo tiene un proceso y si no conocieramos el dolor jamas caeriamos en la cuenta de lo valioso que es su contrario.
ResponderEliminar... con una mano en el corazón.
ResponderEliminarA mi también me gustaría olvidarle, bueno... igual no, y igual es por eso por lo que no lo hago...