domingo, 19 de enero de 2014

Mi otra mitad.







Si alguna vez te sientes solo, para, sal y mira los relojes cómo dan vueltas sobre si mismos, sal y recoge el camino de rosas que he preparado para ti, todas ellas sin espinas, bien cuidadas, todas ellas se dirigen a mi cama, sal y toca las paredes, suaves para que no te hagas daño.

Si alguna vez me siento sola, pararé, saldré y le daré demasiada cuerda a los relojes, saldré y dibujaré rosas en las baldosas con tiza roja, hasta llegar a tus casa, saldré y lijaré las paredes hasta que tengan tacto de labios.

Si alguna vez te sientes solo, para y recuerda que no hay nada en esta vida que nos separe, ni la poca mecha de un mechero, ni la última hoja de un cuaderno, ni el poso de un café, ni la esquina de un edredón en invierno, porque si alguna vez te falta algo, pararé, saldré y recorreré aceras y carreteras, peajes, desvíos, rotondas, barrios, pasadizos, puentes y estaciones, y te daré todo lo que te falte, para acabar el puzzle que somos.

Si alguna vez me siento sola, ya sé que no me hacen falta caminos reales, ya sé cómo encontrar a mi otra mitad.