Suelo equivocarme constantemente. Reconozco que no soy una chica de principios, que cambio de parecer cada muy poco, que mis ideas están muy mal fijadas, y que cada vez que pienso en el verano se me retuerce algo en el estomago.
No te voy a negar, que padezco una sensibilidad extrema, que para mi todas las cosas superficiales son igual o más importantes que lo realmente transcendental, como la primera vez que te vi, o cuando compartimos una cerveza.
Pero aquí el problema soy yo misma, yo y mis errores, y cada vez que intento reconstruirme la jodo, y vuelvo a lo mismo de siempre. (Maldita sea). No recuerdo la última vez que conseguí ser una persona normal, la memoria episódica hace de las suyas cada mes, como la menstruación, dolorosa y retorcidamente, y me evoca imágenes nuestras, sí, nuestras, tu y yo dándonos un beso o dándonos la mano, ahí está mi problema.
Voy a estudiarme de pe a pa como utilizar la de teoría de la censura u olvido motivado, para que así, pueda dormir de una vez tranquila. Que la distancia fue una buena excusa.
Ah, también soy una mentirosa, por si no se me había notado.
