martes, 29 de julio de 2014

Lo que no te dije.


Nunca pensé que dejaría de fumar, una mañana desperté y no había ceniza en mis rodillas, ni labios agrietados comiéndome el cuello, ni una sola palabra con voz ronca o vasos de agua en las esquinas, pero lo hizo. Temía que las camisetas de algodón se quedaran amarillas, y que solo usase camisas, con los cuellos bien planchados, sin una arruga donde apretarle fuerte, pero las cambió. Pensaba en hablarle de nosotros y de mi risa, de como me había roto la goma de las bragas, o del carmín de sus mejillas, pillarle por banda y dejarle rendido, pero no quiso. Me dejó en ascuas pidiendo una cerveza, subiéndome por las piernas, prefiriendo unos labios en verano llenos de sal.

No estoy triste como mentira predilecta -'Cigarrillos como forma de vida'- le digo, y desaparezco entre la espuma de mi vaso,
-'Podría ser del agua'- le digo, y aún sonando un Rock n' Roll no siento los tobillos.
No hay nada atrás -'Pero tú me tenías'- me dice, y las medias oscuras se rompen cuando bajo de la silla,
-'Intento olvidarte'- le digo, y agarra dos tequilas calientes para hacerlo más fácil.
-'Probé a escribirte una carta'- le digo, y se saca del bolsillo la tapa de su buzón llena de óxido,
-'Te dejaste el pintalabios puesto'- me dice, y le limpio el rojo de la cadera.
-'Quiérete'- me digo, y me quedo dormida no sé hasta cuando, pero lo hago.

Quiéreme, te pido, pero no lo haces.