Sentirnos tan rebeldes como siempre, soplarle al viento y desafiar la velocidad, que los minutos que nos quedan son pocos cariño, o quizás es una eternidad, quien sabe, pintaremos el cielo de rosa palo y con el murmullo de tu risa crearé nuestra banda sonora.
Dos minutos dan para mucho, dos minutos pueden valer una vida entera.
ResponderEliminarTe quiero, rubia, y estoy feliz de que tengas tus dos minutos (:
Si es que tu siempre fuiste muy rebelde, mira que soplarle al viento... mala mala
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