miércoles, 23 de octubre de 2013

1:00 AM




Esta noche me apetece tocarte en lo oscuro del alma, rozar lo afilada que se pone la luna cuando no dormimos en la misma cama. Apagar una o dos velas, rayar un disco, derramar vino. Me apetece desnudarte suave y tirarte en la cama con sólo un dedo, hacerte el amor y luego follarte. 
Son ya horas para tener el pelo despeinado y rimel en la blusa. Ven, que se me antoja apretujarte en tu lado del colchón, robarte mil metros de almohada, hablar como las niñas pequeñas y besar igual que las putas de cuento. Es la noche perfecta para quererte con tus idas y venidas, con tus libros de números, tu colapso mañanero y tus grietas en los ojos. Tengo incluso lencería preparada en el cabecero para antes de ir a dormir, junto a un vaso de leche fría que acabará por el suelo. No puedo más con el calor, sé mi chorro de agua fría.




Te llevo deseando tantas horas que ya se habrá hecho de día.

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