Suena el final de un susurro en mi oreja y me despierta, cómo recordándome por qué estoy aquí, pensando en cuantas veces y de cuantas maneras podría echarte de menos ahora mismo. Pero y qué, no puedo contárselo nadie, a lo mejor en una de estas la marea se lleva tus ilusiones de verme, y entonces yo me quedo suspirando unas cuantas notas musicales que me llenen de melancolía. No me encuentro chico, a veces repaso cada una de las líneas que forman tu cuerpo a ver si así, de alguna forma, consigo construirme a mi misma sobre ti dibujándote, mientras me besas, y fingimos una muerte mental. Sí, me gusta, porque cuando no pensamos es todo más fácil, cuando te dejas llevar es todo más fácil, cuando me quieres es todo más...
Dueles, a veces, cuando un día blanco se vuelve gris mientras no sé de ti, y se vuelve negro cuando sé pero no entiendo nada. Tengo los sentimientos por encima y las palabras por debajo, porque hacerlo bien es menos complicado que leer entre lineas tus gestos de cariño.
Pero no me malinterpretes, cuando me escondo entre las mantas imagino tu olor y tu voz, invitándome a dormirme sin dudas y quitándome el frío de golpe.
Pero no eres tú, eres lo que yo sueño de ti.
Buah, se echaban mucho de menos tus entradas.
ResponderEliminarIncreíble, ¡como siempre!
Cuando un día blanco se vuelve gris mientras no sé de ti, y se vuelve negro cuando sé pero no entiendo nada.
Me encanta.
Echaba de menos leerte por aquí.
ResponderEliminarIncreíble.